viernes, 11 de mayo de 2007

En El Reino de los Cielos...


Cerca de las 11 de la noche – cuando sólo faltaba una hora para que la milonga cerrara – pasé por el local y desde la puerta estudié a los que bailaban. Quería saber quienes estaban allí para decidirme por quedarme o irme a casa a descansar. Había tenido un día agotador aunque maravilloso...

Estaba por irme cuando lo vi sentado, charlando con una chica que se cambiaba los zapatos - los de tango los guardaba en esa bolsita característica... Estaba por irse.


Crucé la habitación y saludando con un gesto para no interrumpir la animada charla que sostenian, me senté al lado de él. Ambos me sonrieron a modo de saludo.

La chica que estaba sentada a mi derecha estaba con ganas de jugar y me preguntó si me acordaba cómo era el “juego aquel con las manos empuñadas que jugábamos cuando éramos pequeñas en la escuela”. La quedé mirando, sorprendida y le dije: “Querida, tú y yo no hemos sido pequeñas en la misma época, amén de que mis años e
scolares yo los viví en Chile donde tal vez jugábamos otros juegos”. Ella también me quedó mirando sorprendida.
No puedo negar que me resulta alentador que una chica – a la cual doblo en edad – no sienta nuestra deferencia de edad como una barrera a la hora de los juegos...

Por mi izquierda sentí que alguién se me acurrucaba cariñosamente a la vez que oia un femenino“¡Buenas noches, nos vemos mañana!” que se desplazaba hacia la puerta de salida. .

¿Bailamos? Al ponerse de pié abrió sus brazos – ofreciéndose - de esa forma neutral que lo hace el que lleva y se deja llevar, pero con la calidéz típica de él. El es suave, pero lo que tiene para entregar lo entrega con convicción. Quise que llevara él e hice bién. Hacía mucho que no bailabamos y fue un gran placer sentir su manera de llevar, dejarme llevar... El lleva con una enorme energia y sólo con eso. ¡Y claro, para qué más!
**
Con su plexus solar me llevó hasta El Reino de los Cielos.
*
Mi rostro feliz...
*

4 comentarios:

mario dijo...

el cielo comienza justo a raz de suelo, entra por las narices al respirar y ¡ ya estamos en el ¡
un gesto a la distancia

m

May@ dijo...

Desde ayer que ando respirando para que me entre por las narices, pero... ¿no sabré respirar?

Me hace falta su plexus solar...

fgiucich dijo...

Corrientes 348, segundo piso ascensor, no hay porteros ni vecinos, adentro còcktel y amor. Abrazos.

Fantasma dijo...

Huauuu.. pero que cosas mujer. es de cuento...

juagamos al cachipun? a la tercera.

tengo que a prender a vailar tango ya que le debo un vaile a una mujer.

besos milongeros y otoñales en este chilito.